Se que no me podéis leer, y eso no os importa nada, porque lo que buscáis por encima de todo es la libertad, pero tenéis que entender que parte de la sociedad además de creer en vuestra libertad, cree también en la necesidad de daros justicia social y ayuda humanitaria. No se trata de obligaros a que tengáis techo por la fuerza, y mucho menos a que desaparezcáis de las calles por mucho que vuestra imagen no tiene sentido en este siglo.
No tiene sentido, porque si somos capaces de arreglar entuertos en cualquier parte del mundo o al menos de intentarlo, debemos ser consecuentes con nuestros vecinos de calle, y ayudarles a que tengan lo más básico.
No deseamos que perdáis vuestra libertad, por eso deseamos muchos de nosotros que estéis dentro de las instituciones de ayuda, para desde ellas solicitar que se os trate con dignidad y con la idea de que se os resuelvan los problemas sociales que os han llevado al vacío o a la libertad extrema. Es mejor un techo compartido con algunas órdenes, que un cartón compartido con el miedo.