Solo de saber que se puede vivir peor, nos debería bastar para sujetar con todas nuestras fuerzas la manera particular de tomar la vida que nos corresponde. Eso no significa rendirse ante nada, sino tomar impulso para avanzar sin dejar de admirar lo conseguido y desde esa fuerza luchar por mejorar.
Se puede estar peor, es muy posible, o al menos seguro que se puede seguir intentando la lucha, la pelea contra la adversidad y las dificultades. Si ganas, ganarás tú, serás el vencedor de tu propia vida, algo que sin duda es lo que te corresponde solo a ti. Eres dueño de tu futuro, como sin duda lo eres de tu pasado. Disfruta de tu vida, de cada día que te corresponde, porque te pertenece y no debes tirarlo ya que nunca más volverá.
Cada minuto que pierdes, es un minuto menos.
Cada minuto que ganas es un minuto tuyo y sólo tuyo.