No se trata solo de mirar, sino de encontrar, de saber ver lo que nos rodea, de hallar el sentido que alguien quiso disponer en los elementos que nos rodean.
Nos envuelven imágenes que a veces se nos muestran en negativo, al revés, disfrazadas de gigantes cuando son molinos, con ánimo de distraer precisamente para eso, para que nuestra mirada se quede en un momento con ellas y nos sujeten unos instantes.
Mirar hacia arriba y ver…, es a veces un ejercicio de lo más gratificante. Tal vez haya que mirar mejor.