Les presento a la reina de las salsas pero algo disfrazada. Es cierto que la salsa alioli es simplemente aceite y ajo batido a mano hasta que emulsiones, pero resulta complicada de hacer y requiere una gran mano para hacerla espesa y suave.
Todos (casi) hacemos la alioli con trampa. Una mayonesa con ajo puede sustituir casi perfectamente a la original.
La reina es la mayonesa, pero esta vez la vamos a adornar un poco con el ajo. Se ponen en el vaso de la batidora dos ajos pelados y cortados en trozos junto al huevo y se cubre de aceite. Con la batidora se va trabajando y añadiendo aceite hasta conseguir el espesor deseado, más si la máquina gira más rápido. Sal y a servir. Un minuto de tiempo.
Esta salsa se puede tomar acompañando una fideuá, o unas patatas cocidas, pero ojo, también para mojar los cantos de unas simples patatas fritas de bolsa o completar el gusto de unos caracoles a la plancha.
Si deseamos salirnos un poco de la receta básica, unas gotas de limón y un chorrito de Jerez o de un vino rancio la convierten en otra cosa con más historia. Eso si, ojo con el estómago y con el aliento, que se resistirán a comportarse.