Ponga en un bote de cristal de los de kilo, un puñadito de semilla, lávelas y cúbralas de agua del grifo. Todo el bote lo cierra con una gasa sujeta a la boca del bote con una gomita.
Cambie el agua 2 veces al día las primeras 24 horas en verano ó 48 horas en invierno y tenga el bote encerrado a oscuras en un armario.
Pasado ese tiempo, la semilla ya habrá empezado a germinar, y con mantenerla húmeda con algo de agua, lavando por la boca del bote su contenido una vez al día (o dos si se acuerda, que es mejor) le sirve para que crezcan las plantitas, ellas solas.
A partir del segundo o tercer día tenga el bote tumbado en el armario, para que germinen con orden y no todas amontonadas en el fondo.
En 3 ó 4 días tendrá unos brotes germinados de soja para las ensaladas, de exquisito porte, depende de la temperatura ambiente.
Que nunca le fermenten, y si tiene dudas o empieza a ver en el agua algo de espuma, se asegure de que todo está perfectamente, poniendo a hervir agua en el microondas, y cuando ya empiece a romper, sumerja unos segundos los brotes de soja en ella, retírelos del bote y los conserve en el frigorífico con algo de humedad. Pero si esto le ha sucedido es porque no los ha cambiado de agua como hemos dicho antes.
Servidos los brotes de soja con aceite de oliva, un poquito de sal y unos golpes de pimienta estás de muerte, pero encima de unas rodajas finas de buen tomate y con aceite de oliva y unos golpes de buen queso parmesano se convierten en un plato para sorprender.
Revueltos los brotes de soja con unas setas hacen el plato distinto y contundente.
No deje de practicar con una bonita bandeja o plato de servicio que sorprenden más que los platos tan sencillos. Y busque semillas distintas, pero nunca en tiendas de las de plantar porque estas están tratadas y a veces no germinan bien y son más caras.
En 3 ó 4 días tendrá unos brotes germinados de soja para las ensaladas, de exquisito porte, depende de la temperatura ambiente.
Que nunca le fermenten, y si tiene dudas o empieza a ver en el agua algo de espuma, se asegure de que todo está perfectamente, poniendo a hervir agua en el microondas, y cuando ya empiece a romper, sumerja unos segundos los brotes de soja en ella, retírelos del bote y los conserve en el frigorífico con algo de humedad. Pero si esto le ha sucedido es porque no los ha cambiado de agua como hemos dicho antes.
Servidos los brotes de soja con aceite de oliva, un poquito de sal y unos golpes de pimienta estás de muerte, pero encima de unas rodajas finas de buen tomate y con aceite de oliva y unos golpes de buen queso parmesano se convierten en un plato para sorprender.
Revueltos los brotes de soja con unas setas hacen el plato distinto y contundente.
No deje de practicar con una bonita bandeja o plato de servicio que sorprenden más que los platos tan sencillos. Y busque semillas distintas, pero nunca en tiendas de las de plantar porque estas están tratadas y a veces no germinan bien y son más caras.