Todos los que tenemos suficiente información política por (y para) diversos motivos, sabemos perfectamente por qué ha ganado Donald Trump. Sabemos o intuimos sin margen de error quien ha cambiado el sentido de su voto desde hace cuatro años hasta ahora, y los motivos de ello. Con todo lo que ha caído en estos años.
Se pueden ahora hacer debates a decenas, unos serán ciertos y otros manipulados, pues ahora está de moda crear mentiras.
Pero los que tienen/tenemos que tomar muy buena nota de lo sucedido, sabemos perfectamente los motivos.
Y si no lo sabemos, no merecemos dedicarnos en absoluto a la política, ni como asesores, ni como opinadores.
El voto no es de nadie. Saber quien cambió de opinión es lo primero, y eso nos lleva a obligarnos saber el motivo del cambio. Y ya lo sabemos. Incluso antes de se fuera a votar.
Para aprender a comportarnos con más inteligencia política y social, hay que aprender a entender a la sociedad.
Donald Trump ha ganado muy limpiamente, aunque en el camino haya utilizado mecanismos para modificar ideas. Pero ha ganado por el cambio de voto de millones de americanos.
Tontos seremos los que no sepamos ver los motivos, y creamos en brujos inexistentes. Los Marcos mentales llevan ya muchos años inventados.