28.6.24

Donald Trump y Joe Biden perdieron. Todos nosotros también


No sé si los americanos del norte son conscientes de lo que se juegan en unos meses, pero es mucho, tanto casi, que lo que nos jugamos el resto de terrícolas…, aunque no podamos ir a votar a los EEUU.

Donald Trump y Joe Biden se presentan a gobernar el mundo sabiendo que son débiles y que tienen un número creciente de competidores fuera de los EEUU. Y eso debería hacer temblar a los americanos y al resto del mundo. 

Anoche más de uno en Rusia, China o Corea del Norte celebró lo acontecido.

La debilidad anoche en el debate para seguir de Presidente de los EEUU, de un Joe Biden agotado y sin demostrar capacidad para gobernar ni una ciudad pequeña, contrasta con el desafiante y judicializado Donald Trump que sabe que de ganar se tiene que vengar de todo lo que le han intentado hacer judicialmente, aunque sea culpa de sus propios abusos.

La culpa es de los propios partidos políticos, incapaces de saber buscar y encontrar a candidatos válidos. Pero es también culpa del propia sistema. Ser Presidente de los EEUU es demostrar que además de tener poder se tienen detrás una cantidad de dólares que asombraría a cualquiera. 

Gana el dinero, y la capacidad de mover y manejar esos dineros, para uno mismo, para tus ideas o para tus amigos.

Y en estas décadas los que de verdad tienen dinero ya no quieren pasar a la historia ni tener fama, simplemente quieren vivir muy bien. Y eso siendo político de primera línea es imposible. Es incompatible.

Y el resultado es que los que de verdad parecen que gobiernan no son los mejores, sino los que admiten tragar con las miserias de tener poder. La vida se compone de muchos activos, el tener poder es uno de ellos en la Pirámide de Maslow, pero lo vamos cambiando con tener tranquilidad y una vida de calidad.

Ajovín